Nota aclaratoria: el
propósito de este texto no es invalidar la experiencia de personas con traumas
derivados de sucesos violentos. No es mi intención pontificar sobre la forma en
la que la debe sobrellevar experiencias tan personales como el sufrimiento o el
duelo. Lo único que quiero es mostrar es que un cambio de perspectiva puede
ayudar a empoderar a las personas y restituir su capacidad de agencia, incluso
en circunstancias en las que se ha sufrido violencia o abuso (como me ha pasado
a mí).
La vida puede atropellar de formas
crueles e inexplicables. Cuando un sufrimiento sumamente intenso es infringido
a alguien, sobre todo en circunstancias en las que el dolor no parece tener
sentido, es natural desarrollar una mentalidad de víctima.
Según Manfred F. R. Kets de Vries aquellos que
padecen esta condición tienen una percepción extremadamente pesimista de la
vida: siempre se quejan de las cosas
malas que les pasan, cada contratiempo que enfrentan se convierte en un drama y
en cierta forma son víctimas de su propia mentalidad, como siempre culpan a
otros de todas las desgracias que les pasan no asumen responsabilidad. Este
patrón autodestructivo a menudo no es un proceso consciente.
El gran problema que afronta la gente que
tiene mentalidad de víctima es que queda sumida en la parálisis, es como si les
pusieran una gríngola encima, atados por los sentimientos de resentimiento y
desesperanza que se apoderan de ellos, no pueden ver las oportunidades que
podrían sacarlos del hueco, pierden la capacidad de agencia.
Para salir de la mentalidad de víctima
hay que hacer un esfuerzo consciente por cambiar la percepción de la realidad. Como
dice la doctora Tracey Marks, los contratiempos y el dolor hacen parte de la
incertidumbre de la vida, es la condición humana, todos estamos expuestos a
ellos; sin embargo, la forma como se interpreta estos sucesos es lo que
realmente determina el sufrimiento, no controlamos la inmensa mayoría de cosas
que nos suceden, pero sí la forma en que respondemos.
En su video “5 formas de
perder la mentalidad de víctima - 5 formas de reconocerlo” la psiquiatra ilustra
unos puntos que me parecieron muy útiles.
5 formas de reconocer
mentalidad victima según Tracey Marks
-
La mayoría de las cosas tienen un tono negativo: se experimentan
profundos sentimientos de inconformidad y desesperanza, nada gusta de la vida,
se asume la idea egocéntrica según la cual de forma irrevocable se le ha
reservado un destino cruel e infeliz, peor que el del resto de mundo, y que no
hay nada que se pueda hacer para remediarlo.
-
A menudo surge la pregunta “¿Por qué?”: la mente
se pregunta continuamente cosas como: ¿Por qué me pasó esto a mí? ¿Por qué
tengo que esforzarme más que el resto? ¿Por qué no le agrado al resto? ¿Por qué
no me entienden?
-
Rumiación constante: esta es una de las dificultades
que más sabotea mi bienestar, es una avalancha repetida de pensamientos
intrusivos que se refieren al malestar experimentado y son una fuente enorme de
ansiedad.
-
Baja autoestima: se tiene una voz interna que dice cosas
terribles sobre uno mismo, cosas que uno nunca diría a una persona que ama o
respeta.
-
Alta prevalencia de emociones como la ira, el
resentimiento y la envidia.
5 formas de perder la
mentalidad de víctima según Tracey Marks:
-
Plantearse logros pequeños y alcanzables: esta parece ser una idea tomada del libro Hábitos
Atómicos de James Clear. Para romper la mentalidad fatalista y ganar
confianza se debe efectuar una transformación en la mente, demostrarse así
mismo que se puede alcanzar cosas buenas. No es incompatible con ser ambicioso
y plantearse metas grandes, se trata más bien de ser estratégico, desagregar los
grandes proyectos en pequeñas partes y avanzar progresivamente a medida que se
recupera la confianza y se sale del ciclo de pensamientos autodestructivos.
-
Cultivar la generosidad: con la mentalidad de
víctima pasa que se asume que el mundo brinda un trato injusto y hay una inmensa
frustración por la idea de que se tiene menos de lo que se merece. Al dar amor
y ayudar a otros la conciencia se eleva de esta mentalidad necesitada,
resultando mayor autoestima y satisfacción con la vida.
-
Lista de gratitud: El secreto de la
felicidad de acuerdo con los estoicos reside en estar conforme con lo que se
tiene y no hacer que la felicidad dependa de cosas que están fuera del alcance.
Pasa a menudo que damos por sentado las cosas buenas que da la vida, hacer de
una practica diaria escribir en un cuaderno viejo 3 cosas por la que se siente
agradecimiento puede conducir a que las apreciemos más y sentirnos más felices.
-
Cerrar heridas del pasado: a veces es una tarea
titánica, pero perdonar puede liberarnos de pesos enormes. Se trata de ser más
compasivo con otros y con uno mismo, entender que a veces se pueden cometer
errores inclusive cuando se actúa con buenas intenciones. No es lo mismo que
ser indulgente, es importante también reflexionar sobre las caídas para no
repetir patrones que conducen a la infelicidad.
-
Asumir responsabilidad por las propias decisiones: no hacer que
la felicidad y tranquilidad dependan de las acciones de otras personas, empoderarse
en últimas significa entender que es posible mejorar el bienestar mediante la
propia agencia.
Si le ha pasado, al igual que a mí, que
desarrolla esta mentalidad la buena nueva es que hay formas de salir de ese
hoyo negro. Es una tarea que requiere un esfuerzo considerable, es fácil desanimarse
ante los fracasos y el ciclo de pensamientos autodestructivos derivados de estos.
No obstante, si se quiere llegar a tener experiencias de realización se debe
persistir y ser compasivo, no darse tanto palo es una estrategia subvalorada de
resiliencia.
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